Una
vez más, Molina de Segura vuelve a alcanzar un nuevo record en la cifra de
desempleo, un dato que, además de romper otro listón psicológico, confirma las
peores expectativas que la Asamblea de Personas Paradas adelantó en el mes de
noviembre: estamos en una nueva recesión, una crisis de doble ciclo, de la que
por consiguiente todavía no hemos alcanzado a divisar el final del túnel. Ahora
es posible dibujar con toda claridad las dos olas de la crisis: la primera
comenzó a principios de 2008 y alcanzó hasta los primeros meses del 2010, luego
siguieron 16 meses de estabilidad relativa, y finalmente, a partir de agosto
pasado, una segunda ola tan brutal en el ritmo de destrucción de empleo como la
primera. Los datos son contundentes: la primera ola duró 23 meses y tuvo un
saldo de 3.274 víctimas. La segunda, de la que sólo llevamos siete, cuenta ya
con 894. En total, son ya 7.130 las personas inscritas en la Oficina de Empleo
de Molina de Segura, lo que supone un incremento de la cifra del paro de un 150%
desde el inicio de la crisis, 50 puntos por encima de la media nacional.
Por
sectores, el 58% de los parados están adscritos al sector servicios, el 14% a
la construcción y el 17% al sector industrial. El 35% del total de personas
paradas tiene estudios primarios, el 51% secundarios y el 12% universitarios.
Se sigue cumpliendo la regla de que los porcentajes que más se incrementan
atendiendo al nivel académico es proporcional al nivel de estudios, pero no,
como parecería más lógico, de menor a mayor, sino al revés, de más estudios, a
menos. Así, el porcentaje de personas con estudios primarios apuntadas en la
Oficina de Empleo ha crecido desde el inicio de la crisis en un 94%, el de las
personas con estudios secundarios, un 184%, y el de las personas con estudios
universitarios, un 258%. Las mujeres suponen el 54% del total de personas
paradas. Los jóvenes menores de 25 años, el 12%.
Después
de casi cuatro años de crisis, la incompetencia, la desidia y, sobre todo, el
seguir las recomendaciones de los “expertos” que han provocado esta situación,
ha generado una situación angustiosa, una fractura social como no sufría este
municipio desde los años de la posguerra. La Asamblea de Personas Paradas está
dedicando gran parte de su actividad a colaborar con la Plataforma de Afectados
por la Hipoteca (PAH) para evitar los desahucios, que cada vez en mayor número
se producen en la Región y en nuestro municipio. Es intolerable que el
Ayuntamiento siga sin escuchar la voz de las personas paradas, que reclamamos
unas ordenanzas fiscales y de precios públicos más justas, y una priorización
clara en los presupuestos municipales de la ayuda social. Mientras el Alcalde y
los concejales que gobiernan siguen cobrando sueldos muy por encima de los que
cobra la mayoría, el presupuesto destinado a la atención social no deja de
menguar. Cientos de familias en nuestra ciudad tienen problemas para garantizar
su dieta básica, y sus necesidades materiales como la vivienda, la luz y el
agua.
La
Asamblea de Personas Paradas apoyará la Iniciativa Legislativa Popular que la
PAH ha puesto en marcha para exigir la dación en pago y el derecho a una
vivienda. Pero además, se reunirá con los colectivos sociales de nuestro
municipio para abordar la necesidad de convocar nuevas movilizaciones ante la
pasividad de las autoridades públicas.
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