La cifra real del descenso del número de personas inscritas en la Oficina de Empleo de Molina de Segura se ha quedado en el mes de mayo muy lejos de las expectativas creadas por el “Plan E” del Gobierno de España. Según sus propias previsiones, los 10,5 millones de euros que el Gobierno ha invertido en Molina de Segura a través del Fondo Estatal de Inversión Local debían traducirse en 579 nuevos puestos de trabajo, mientras que la cifra real del número de personas demandantes de Empleo ha descendido sólo en 81 personas. Este dato contrasta con la información difundida por el Grupo Municipal Socialista de Molina (pincha aquí para verla) según la cual las inversiones se habrían traducido en la creación de “casi 600 empleos directos e indirectos, de los cuales sobre 200 puestos de trabajo son de nuevo creación (sacados directamente de la Oficina de Empleo)”. Esta aparente contradicción entre los datos de la Oficina de Empleo y las declaraciones del partido de Gobierno sólo pueden explicarse por dos razones: o bien los datos de creación de Empleo que maneja el Gobierno son proyecciones que luego se ven defraudadas porque las empresas adjudicatarias de las obras asumen la ejecución de los proyectos con la misma mano de obra; o bien porque la destrucción de empleo sigue estando en torno a un 5% y las inversiones estatales sólo compensan este dato en un mínimo porcentaje. Muy probablemente, la situación real sea una mezcla de ambas opciones, lo que significaría, por un lado, que es necesario revisar los procedimientos de gestión de las inversiones del Estado para garantizar una mayor eficiencia, y por otro, que la crisis sigue muy lejos de apuntar ningún “brote verde” en cuanto a creación de empleo.
La Asamblea de Personas Paradas ya ha denunciado la desproporcionada ratio de las inversiones del Estado en cuanto a la creación de empleo, que se traduciría, aceptando las previsiones del Gobierno, en 40.000 € por cada puesto de trabajo creado. Es evidente que una política de inversión más orientada a la creación de empleo en torno a la infraestructura del bienestar social sería mucho más eficiente y sostenible, creando puestos de trabajo en sectores vinculados a las ocupaciones asistenciales, nuevas ofertas educativas y culturales, medio ambiente, etc. Se trataría de desplazar la gestión de la inversión desde las empresas privadas a la Administración Pública, de manera que la parte de los fondos del Estado que se “come” el capital, es decir, los beneficios de las empresas adjudicatarias de las obras, pudiera invertirse también en creación de empleo. Además, si de lo que se trata es de sacar a personas de la Oficina de Desempleo la ejecución de obra pública es mucho menos eficiente que los proyectos de contratación directa para prestación de servicios públicos, ya que los primeros llevan aparejados un importante gasto en material y los segundos prácticamente sólo necesitan cubrir la mano de obra. Además, las organizaciones ecologistas están denunciando que muchas de estas obras responden a proyectos que los ayuntamientos han elaborado de forma precipitada para poder acogerse a las inversiones del Estado, de tal forma que en ocasiones se trata de obras innecesarias y con un cierto grado de impacto ambiental.
El contrapunto a esta noticia es que después de 13 meses de incremento ininterrumpido del desempleo el número de personas inscritas en la Oficina de Empleo en Molina de Segura ha descendido en un 1,6%, quedando la cifra total en 4.915 personas paradas. Este descenso del 1,6% contrasta, no obstante, con los descensos estacionarios en torno al 4% y 7% que se suelen producir en estos meses con motivo del inicio de la temporada de primavera verano en el sector servicios y agroalimentario. El incremento interanual del desempleo sigue estando en un 71,3%, lo que quiere decir que en un año se han perdido ya más de 2.000 puestos de trabajo, y que al ritmo actual de creación de empleo costaría 25 meses volver a las cifras de antes del inicio de la crisis. No obstante, el empleo que se está generando parece todavía demasiado precario, eventual y caro como para que la tendencia se mantenga en los próximos meses. En este sentido, el objetivo de la Asamblea de Personas Paradas “Muévete contra la crisis” es que el Gobierno de España, junto a las Administraciones Públicas de la Comunidad y los municipios, aumenten la inversión pública y mejoren los procedimientos de asignación de los recursos, primando los proyectos orientados a la economía del bienestar social y medioambiental y la creación de puestos de trabajo. Los únicos que pueden salir perdiendo de esta nueva orientación de la inversión pública son los propietarios de las empresas de la construcción y promoción de obra pública, que dejarán de sacar tajada del dinero de los contribuyentes. Si esto es una tragedia, habrá que explicar por qué.
La Asamblea de Personas Paradas ya ha denunciado la desproporcionada ratio de las inversiones del Estado en cuanto a la creación de empleo, que se traduciría, aceptando las previsiones del Gobierno, en 40.000 € por cada puesto de trabajo creado. Es evidente que una política de inversión más orientada a la creación de empleo en torno a la infraestructura del bienestar social sería mucho más eficiente y sostenible, creando puestos de trabajo en sectores vinculados a las ocupaciones asistenciales, nuevas ofertas educativas y culturales, medio ambiente, etc. Se trataría de desplazar la gestión de la inversión desde las empresas privadas a la Administración Pública, de manera que la parte de los fondos del Estado que se “come” el capital, es decir, los beneficios de las empresas adjudicatarias de las obras, pudiera invertirse también en creación de empleo. Además, si de lo que se trata es de sacar a personas de la Oficina de Desempleo la ejecución de obra pública es mucho menos eficiente que los proyectos de contratación directa para prestación de servicios públicos, ya que los primeros llevan aparejados un importante gasto en material y los segundos prácticamente sólo necesitan cubrir la mano de obra. Además, las organizaciones ecologistas están denunciando que muchas de estas obras responden a proyectos que los ayuntamientos han elaborado de forma precipitada para poder acogerse a las inversiones del Estado, de tal forma que en ocasiones se trata de obras innecesarias y con un cierto grado de impacto ambiental.
El contrapunto a esta noticia es que después de 13 meses de incremento ininterrumpido del desempleo el número de personas inscritas en la Oficina de Empleo en Molina de Segura ha descendido en un 1,6%, quedando la cifra total en 4.915 personas paradas. Este descenso del 1,6% contrasta, no obstante, con los descensos estacionarios en torno al 4% y 7% que se suelen producir en estos meses con motivo del inicio de la temporada de primavera verano en el sector servicios y agroalimentario. El incremento interanual del desempleo sigue estando en un 71,3%, lo que quiere decir que en un año se han perdido ya más de 2.000 puestos de trabajo, y que al ritmo actual de creación de empleo costaría 25 meses volver a las cifras de antes del inicio de la crisis. No obstante, el empleo que se está generando parece todavía demasiado precario, eventual y caro como para que la tendencia se mantenga en los próximos meses. En este sentido, el objetivo de la Asamblea de Personas Paradas “Muévete contra la crisis” es que el Gobierno de España, junto a las Administraciones Públicas de la Comunidad y los municipios, aumenten la inversión pública y mejoren los procedimientos de asignación de los recursos, primando los proyectos orientados a la economía del bienestar social y medioambiental y la creación de puestos de trabajo. Los únicos que pueden salir perdiendo de esta nueva orientación de la inversión pública son los propietarios de las empresas de la construcción y promoción de obra pública, que dejarán de sacar tajada del dinero de los contribuyentes. Si esto es una tragedia, habrá que explicar por qué.
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