.
.
.
Pero hay también otro dato revelador: el nivel formativo de las personas paradas ha crecido de forma significativa desde el inicio de la crisis, un hecho que pone en cuestión no sólo la viabilidad de una economía nacional que no sabe traducir la mejora educativa en oportunidades laborales, sino todo un discurso político sobre el desempleo que carga las tintas en la formación de la clase trabajadora, cuando la clase trabajadora está cada vez mejor formada, y sin embargo, son cada vez menos sus posibilidades de encontrar empleo. El dato, si no fuera trágico, resultaría gracioso: el incremento del paro ha sido tanto mayor cuanto mayor ha sido el nivel formativo de la población demandante de empleo. Entre las personas con educación superior, el paro ha crecido desde el inicio de la crisis un 200%, cifra que baja al 154% para las que han cursado estudios secundarios, un 69% para las que han pasado por la enseñanza primaria, y “sólo” un 65% para las personas que no tienen estudios. En Molina de Segura, el paro crece tres veces más deprisa entre los universitarios que entre los que no tienen estudios o sólo han podido cursar la enseñanza primaria. Hoy, aquel anuncio televisivo que hablaba de la generación JASP, tendría que añadir un nuevo sentido: Joven, Aunque Sobradamente Parado (¡y Preparado!).
¿Una década sin trabajo?
El análisis de la curva estacional del paro muestra que la situación se ha convertido en un fenómeno estructural. Los ligeros repuntes en la creación de empleo que se registran durante los primeros meses del verano son estacionales y no sirven para invertir la tendencia general. Y esta tendencia, ya de una forma clara por la evolución de los últimos meses, apunta hacia un estancamiento de la tasa de paro durante los próximos años. Molina de Segura afronta la tesitura de una década con una tasa estructural de desempleo en torno al 25%.
Cada vez resulta más evidente que las administraciones públicas no son capaces de afrontar la situación. El profundo endeudamiento por el que atraviesan los Ayuntamientos, y su clara inoperancia a la hora de establecer alternativas prácticas y eficientes en materia de creación de empleo y protección social, auguran un fuerte incremento de los desequilibrios y la conflictividad social. El primer aldabonazo lo ha dado el movimiento 15-M y la tendencia social hacia la ocupación de las plazas, que ha reforzado la actividad que durante los últimos años venían desempeñando determinados colectivos de personas afectadas por la crisis. Dos de estos movimientos tuvieron uno de sus epicentros en Molina de Segura: la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Asamblea de Personas Paradas.
El paro en Molina de Segura por actividad
El desglose de los datos de desempleo por actividad muestra que el sector que acumula más inscritos en la oficina del INEM es el dedicado a los servicios, con un 57%, seguido por el trabajo industrial, con un 17%, y la construcción, con un 15%. Se ha producido un incremento notable entre las personas que buscan trabajo por primera vez, que pasa del 3% que se registraba antes de la crisis, a un 8%, señal de que la situación de paro estructural está obligando a las familias a poner en el mercado laboral todos sus recursos, con lo que esto conlleva, por ejemplo, en cuanto a abandono escolar.
El incremento del paro es brutal en todos los sectores de actividad: Más del doble en la construcción y los servicios, casi el doble en la agricultura, el 80% en la industria, y cinco veces más entre las personas que buscan trabajo por primera vez.
Una generación de universitarios camino del paro
El análisis de los cambios detectados en el nivel de estudios de las personas paradas denota un fenómeno significativo: el paro afecta cada vez más a personas con mayor formación, de tal manera que antes de la crisis, el porcentaje de personas con estudios secundarios sobre el total de personas inscritas en el INEM, era del 45%, y del 8% para las personas con estudios superiores (universitarios y postsecundarios técnicos). Ahora la situación es del 52% para los primeros y del 12% para los segundos. En sentido contrario, el porcentaje de personas que han cursado estudios primarios sobre el total baja de un 45% a un 35%. Es decir, si bien el desempleo ha crecido de una forma drástica entre todos los estratos educativos de la población, se ha cebado especialmente con los mejor formados: frente al 69% de incremento del paro entre aquellas personas que han pasado por la enseñanza primaria (se incluye también a las que no la han terminado), el porcentaje de desempleo entre las personas con estudios secundarios se ha incrementado hasta un 154%, cifra que llega hasta el 200% para las personas que han cursado estudios universitarios o de técnico profesional superior. Quizás podamos visualizarlo mejor poniendo un número: antes de la crisis, en la oficina del INEM de Molina de Segura había inscritas 156 personas con títulos universitarios, y otras 90 con titulación técnica profesional superior. Ahora, tenemos a 464 universitarios y 274 técnicos superiores. En total, en la Oficina del INEM se amontonan las solicitudes de 738 personas con educación superior. Toda una tragedia para las ilusiones, el esfuerzo y las expectativas de la generación mejor formada de la historia de Molina de Segura, una generación que ha sido conducida a la indigencia por el fracaso de un modelo de desarrollo que se levantó sobre los pies de barro de la especulación inmobiliaria y el pelotazo urbanístico.
La crisis que la paguen ellos
En el mes de mayo 6.256 personas estaban inscritas como demandantes de empleo en la Oficina de Molina de Segura. La Asamblea de Personas Paradas y Afectadas por la Crisis, junto con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y otros colectivos que están apoyando las recientes movilizaciones en torno al 15-M, estamos dispuestos a exigir los derechos de estas personas y a convocar nuevas movilizaciones para impedir la imposición de más recortes sociales. Si alguien tiene que pagar los platos rotos, que sean los que nos han conducido a esta situación: los especuladores, los banqueros y los políticos corruptos que los han apoyado. La crisis que la paguen ellos.