Tras un leve repunte de la tasa de paro durante el mes de noviembre, la resaca de Navidad ha traído a Molina de Segura un nuevo record histórico en personas desempleadas. El número negro es 5.736, distribuido en proporciones iguales entre hombres y mujeres. Esto significa en términos absolutos que el mes de diciembre registró 189 personas paradas más que en el mes anterior, lo que traducido en términos relativos apunta a un crecimiento del 3,4%, muy por encima del 2,4% de la media de incremento regional del paro, y bastante más aún de la media del Estado que se cifró en un 1,4%. El incremento interanual nos deja la cifra también desoladora de casi un 35%, lo que significa que 1.472 molinenses perdieron su trabajo durante el año 2009.
Si nos remontamos hasta el momento inicial en que empezó a destruirse empleo en nuestro municipio, en el mes de junio de 2008, podemos establecer el saldo actual de la crisis en 2.700 empleos destruidos, lo que prácticamente ha supuesto doblar la tasa de paro en un lapso de tiempo extremadamente corto, y en unas circunstancias de desprotección social mucho peores que las que han conocido crisis anteriores, ya que el referente último, que fue la crisis de la conserva, al ir acompañado de negociaciones de los despidos colectivos, dejó tras de sí indemnizaciones que en esta ocasión, al tratarse de contratos que no se renuevan, no se han recogido. Además, el incremento desproporcionado del valor de la vivienda ha producido un peso mucho mayor de la hipoteca en el endeudamiento familiar. En resumen, las personas paradas de hoy, frente a las que sufrieron la misma situación durante la crisis de la conserva, han sido arrojadas a la calle sin ninguna indemnización y con muchas más deudas.
Fracaso de las políticas contra la crisis
Frente a esta situación las medidas económicas planteadas por las administraciones públicas no están cosechando ningún efecto visible, aunque siempre se puede argüir que la situación podría ser peor, lo que no deja de ser un triste consuelo para las personas que están perdiéndolo todo. El resultado de la gestión del Plan E del Gobierno de España, que supuso la inversión de 10’5 millones de euros en Molina de Segura, no ha impedido que el paro siga creciendo a una velocidad vertiginosa. Por otro lado, ni la Comunidad Autónoma ni el Ayuntamiento de Molina de Segura se dan por aludidos con la crisis, dejando caer toda la responsabilidad de la misma sobre las espaldas del Gobierno de España o la economía internacional. Lo más preocupante de todo es la absoluta ausencia de alternativas por parte de aquellos que tienen responsabilidad de Gobierno, aparte del eco que algunos están haciendo de las propuestas de ciertos empresarios sin escrúpulos que quieren añadir sal a la herida con medidas tan poco edificantes como el abaratamiento del despido o el retraso de la edad de jubilación.
Pendientes de la Bolsa Municipal de Empleo
En Molina de Segura la Asamblea de Personas Paradas y Afectadas por la Crisis continuará sus movilizaciones para conseguir más apoyo para las personas afectadas y medidas eficientes en cuanto a creación de empleo. Hasta ahora hemos conseguido que el Alcalde de Molina se comprometa a la creación de una Bolsa Municipal de Empleo, que distribuirá los nuevos puestos de trabajo atendiendo a las condiciones sociales de las personas demandantes, es decir, que a diferencia de la inscripción en la Oficina del INEM, las personas serían ordenadas por orden de preferencia atendiendo a su situación de necesidad, cargas familiares, hipotecas, si cobran o no prestaciones sociales, etc. La Asamblea ha trasladado al Ayuntamiento una propuesta de Baremo y estamos a la espera de su respuesta.
Colapso de la asistencia social
Pero además, nos preocupa la situación de indefensión jurídica de las personas que están siendo embargadas, y las situaciones de extrema necesidad que miles de familias sufren en nuestro municipio. Los instrumentos tradicionales de asistencia social, como Cáritas y Cruz Roja, están completamente desbordados. En la actualidad, hay cientos de personas expuestas a la malnutrición ante el atasco que sufre la administración local y las instituciones de asistencia. Muchas familias con necesidades urgentes de asistencia alimentaria, están comprobando con espanto cómo las citas para la primera atención, por parte de los trabajadores sociales municipales, se están dando con una demora de más de 30 días. El problema radica en que a pesar de que se ha doblado el número de personas en situación de necesidad los medios de la Concejalía de Servicios Sociales, Cáritas y Cruz Roja siguen siendo los mismos, por lo que a pesar de toda la buena disposición y los esfuerzos adicionales que están haciendo las instituciones benéficas y el voluntariado, si el Ayuntamiento de Molina no aumenta de forma significativa su apoyo a la atención de las situaciones de necesidad, se augura un año 2010 con imágenes más próximas a las estampas dickensianas del siglo XIX que a la Molina del futuro que los políticos promueven en sus programas electorales.
Si nos remontamos hasta el momento inicial en que empezó a destruirse empleo en nuestro municipio, en el mes de junio de 2008, podemos establecer el saldo actual de la crisis en 2.700 empleos destruidos, lo que prácticamente ha supuesto doblar la tasa de paro en un lapso de tiempo extremadamente corto, y en unas circunstancias de desprotección social mucho peores que las que han conocido crisis anteriores, ya que el referente último, que fue la crisis de la conserva, al ir acompañado de negociaciones de los despidos colectivos, dejó tras de sí indemnizaciones que en esta ocasión, al tratarse de contratos que no se renuevan, no se han recogido. Además, el incremento desproporcionado del valor de la vivienda ha producido un peso mucho mayor de la hipoteca en el endeudamiento familiar. En resumen, las personas paradas de hoy, frente a las que sufrieron la misma situación durante la crisis de la conserva, han sido arrojadas a la calle sin ninguna indemnización y con muchas más deudas.
Fracaso de las políticas contra la crisis
Frente a esta situación las medidas económicas planteadas por las administraciones públicas no están cosechando ningún efecto visible, aunque siempre se puede argüir que la situación podría ser peor, lo que no deja de ser un triste consuelo para las personas que están perdiéndolo todo. El resultado de la gestión del Plan E del Gobierno de España, que supuso la inversión de 10’5 millones de euros en Molina de Segura, no ha impedido que el paro siga creciendo a una velocidad vertiginosa. Por otro lado, ni la Comunidad Autónoma ni el Ayuntamiento de Molina de Segura se dan por aludidos con la crisis, dejando caer toda la responsabilidad de la misma sobre las espaldas del Gobierno de España o la economía internacional. Lo más preocupante de todo es la absoluta ausencia de alternativas por parte de aquellos que tienen responsabilidad de Gobierno, aparte del eco que algunos están haciendo de las propuestas de ciertos empresarios sin escrúpulos que quieren añadir sal a la herida con medidas tan poco edificantes como el abaratamiento del despido o el retraso de la edad de jubilación.
Pendientes de la Bolsa Municipal de Empleo
En Molina de Segura la Asamblea de Personas Paradas y Afectadas por la Crisis continuará sus movilizaciones para conseguir más apoyo para las personas afectadas y medidas eficientes en cuanto a creación de empleo. Hasta ahora hemos conseguido que el Alcalde de Molina se comprometa a la creación de una Bolsa Municipal de Empleo, que distribuirá los nuevos puestos de trabajo atendiendo a las condiciones sociales de las personas demandantes, es decir, que a diferencia de la inscripción en la Oficina del INEM, las personas serían ordenadas por orden de preferencia atendiendo a su situación de necesidad, cargas familiares, hipotecas, si cobran o no prestaciones sociales, etc. La Asamblea ha trasladado al Ayuntamiento una propuesta de Baremo y estamos a la espera de su respuesta.
Colapso de la asistencia social
Pero además, nos preocupa la situación de indefensión jurídica de las personas que están siendo embargadas, y las situaciones de extrema necesidad que miles de familias sufren en nuestro municipio. Los instrumentos tradicionales de asistencia social, como Cáritas y Cruz Roja, están completamente desbordados. En la actualidad, hay cientos de personas expuestas a la malnutrición ante el atasco que sufre la administración local y las instituciones de asistencia. Muchas familias con necesidades urgentes de asistencia alimentaria, están comprobando con espanto cómo las citas para la primera atención, por parte de los trabajadores sociales municipales, se están dando con una demora de más de 30 días. El problema radica en que a pesar de que se ha doblado el número de personas en situación de necesidad los medios de la Concejalía de Servicios Sociales, Cáritas y Cruz Roja siguen siendo los mismos, por lo que a pesar de toda la buena disposición y los esfuerzos adicionales que están haciendo las instituciones benéficas y el voluntariado, si el Ayuntamiento de Molina no aumenta de forma significativa su apoyo a la atención de las situaciones de necesidad, se augura un año 2010 con imágenes más próximas a las estampas dickensianas del siglo XIX que a la Molina del futuro que los políticos promueven en sus programas electorales.
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