viernes, 25 de marzo de 2011

Embolsillarse

En habla murciana, obtener ganancia de dinero por medios ilícitos, como cuando se dice: “¡Con la burbuja de la construcción, muchos chorizos se han embolsillao las perras!”

La quimera del ladrillo

A estas alturas, nadie puede dudar seriamente que la avaricia de los bancos y la especulación urbanística están en el centro del terremoto que asola nuestra Región y gran parte del mundo. La crisis es global, pero sus raíces son locales, porque si no fuera así no podría explicarse la asimetría en sus consecuencias sociales, que muestran cómo algunas economías se van recuperando mientras que otras, como la murciana, y también, la de Molina de Segura, se van hundiendo cada vez más en un pozo sin fondo. Mientras que en otras partes el empleo empieza a recuperarse, la tasa de paro continúa creciendo en Molina por encima de cualquier registro histórico, rondando ya la cifra del 30%, frente al 20% que se registra en la media de España. La causa de esta deriva está en el nefasto modelo de desarrollo que se implantó en nuestro municipio después de la crisis de la conserva, que dejó todas las posibilidades de nuestro tejido industrial y económico en las manos de un sector tan volátil como la construcción. Además, el Ayuntamiento, a través de la firma de convenios urbanísticos como el de las Cumbres de la Molina, permitió que los promotores inmobiliarios siguieran enriqueciéndose mientras que se iba menguando el patrimonio público. Las consecuencias de la crisis son más sangrantes en Molina de Segura porque aquí se nos ha aplicado una ración doble de la enfermedad. Si queremos ver la luz al final del túnel, necesitamos cambiar de rumbo.

No te pierdas el documental “La quimera del ladrillo”, producido por el Foro Ciudadano, que deja al descubierto la escandalosa política urbanística que la Región de Murcia ha sufrido durante los años de Gobierno del PP. Puedes verlo en los siguientes enlaces.

La quimera del ladrillo (primera parte)


La quimera del ladrillo (segunda parte)


La quimera del ladrillo (tercera parte)


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