sábado, 22 de mayo de 2010

La larga agonía de los inocentes

Publicamos aquí por su interés el artículo La larga agonía de los inocentes, editado originalmente en el blog de nuestro amigo Enrique Vicente, y que aborda con extraordinaria lucidez el drama de uno de los eslabones más débiles de la máquina voraz del capitalismo: el de las personas trabajadoras migrantes, que ven como su sueño de una vida mejor se troca en una pesadilla por la codicia y la irracionalidad del funcionamiento de bancos y cajas.

1. (El sueño Español) Llegan a España alentados por familiares y amigos, avanzadilla de una legión de emigrantes. Humildes gentes cuya única aspiración es buscar una vida mejor. Vienen a ocupar los puestos laborales mas bajos, los que los “nacionales” no queremos, lo que nos da reparo, asco o suponen mayor esfuerzo. Ellos aprovechando el Bonn inmobiliario de obreros de la construcción, ellas de asistentes de hogar y cuidadoras de ancianos o enfermos en hospitales. Aun así viven mejor que en su país. Arropados en su esfuerzo quieren crear para sus hijos una vida más saludable.

2. (El deseo a la propiedad) Se contagian rápido del deseo de poseer una vivienda, alentados por el ejemplo de otros compatriotas y por la oferta agresiva del mercado. Pronto caen en manos de intermediarios inmobiliarios que les pintan todo de rosa y les facilitan el acceso al crédito a través de otro intermediario (en ocasiones amigos de directivos de entidad financieras). Con poco esfuerzo logran obtener la financiación necesaria por el 130% del valor real de la vivienda ya que en este importe hay que meter el 10% de los impuestos, 1-2% de comisiones, 7.000-10.000 euros de un amplio seguro de amortización, 3-4% de la Inmobiliaria y el 3-4% del gestor financiero. Son operaciones muy rentables para todos y principalmente para las entidades que han encontrado en este segmento (quizás el de los mas pobres del mundo) al cliente que no discute los tipos de interés y al que se le “colocan” un montón de productos añadidos sin rechistar. En suma cuando mas pobre e ignorante mas rentable.El cliente se va contento, al fin y al cabo “no a puesto un duro”, todo lo contrario le han dado dos tarjetas de crédito de 6.000 euros cada una para el matrimonio. No valoran que su endeudamiento y responsabilidad han subido sustancialmente. Ellos vienen de un mundo diferente, piensan que las cosas aquí son así, sin saber el veneno letal y retardado que le han proporcionado y que ha futuro cambiara sus vidas.

3. (Comienza el declive) Estallan los escándalos en USA de las hipotecas basuras cuyos derechos yacen esparcidos por todo el mundo empaquetados en fondos y productos financieros. Es la primera llamada de atención de lo que después vendrá. En Europa comienza una escalada vertiginosa de los tipos oficiales de interés, el BCE se vuelve loco y no sopesa la trascendencia de sus decisiones sobre una sociedad que terminaba de sobreendeudarse principalmente por la avaricia de las Entidades Financieras locales. Con una rapidez sobrehumana coloca como morosos a un importante porcentaje de la población (que aun conservan el empleo) al pasar muchas de las cuotas de 700 € a 1.300 € en un corto espacio de tiempo. Mas oportuno hubiera sido hacer una llamada urgente a los gobernadores de los bancos emisores locales, trasladando un estirón de orejas a los presidente de cajas y bancos que en su carrera del crédito a diestro y siniestro, sin ser consecuentes con lo que esa política desmesura e inflacionista de crecimientos del 30-40% podría acarrear, no sopesaron las consecuencias futuras que todos ahora conocemos y hoy lamentamos.

4. (Burbuja inmobiliaria Española). Al tiempo que sucede esto a nivel mundial, estalla en España concretamente una burbuja inmobiliaria sin precedentes. Creada por la combinación de corruptelas de ayuntamientos-promotores-bancos (este trío avariento y especulativo en el que quizás habría que añadir el estado por su connivencia) ponen en el mercado cerca de tres millones de viviendas sin compradores (urbanismo salvaje, que les habría ido bien con menos numero, pero no podían ser comedidos, querían mas y mas) hundiendo el mercado. Este mercado que abastecía en gran parte la economía de España (trabajadores, estado, empresas) todo se tambalea al dejar de percibir el “mana” inagotable del llamado urbanismo. Se crea un 20% de población en paro (un paro que no consume, ni mueva la maquinaria productiva) y que produce una importante incertidumbre de futuro que paraliza las transacciones, consumo y a la economía en general. Se cierran empresas, comercios, bancos. Cotizantes, son ahora preceptores de paro.

5. (Paro y desesperación) Se han agotado las posibilidades de hacer frente a las obligaciones que con tanta facilidad se les dieron, han defendido las altas cuotas hasta que ha sido posible pero ahora solo con el subsidio de paro la carga de los hijos y también los cónyuges sin trabajo, es imposible.

6. (El banco y las posibilidades de negociar) Tomada consciencia de su situación, al cliente no le queda mas remedio que ponerse en manos de la Entidad. Las posibilidades solo son tres; Refinanciación a mas lago plazo (para reducir las cuotas incluyendo las impagadas), Dación en pago de deudas y Ejecución hipotecaria del bien.

Refinanciación. Los Bancos y Cajas no están por la labor si acaso requieren que se paguen las cuotas pendientes. Misión imposible para personas que subsisten precariamente y que ha veces logran reunir algo de dinero prestado por familiares o amigos, pero la mayoría de las veces, aún incluso demostrado que les ha cambiado su situación y tienen trabajo, las entidades no se apiadan de dichas personas, ni valoran que al hacer ese esfuerzo en aportar 3.000-5000 € demuestran su disposición a seguir pagando. ¿Por qué iban a dar ese dinero para ellos tan importante para luego perder finalmente el bien? Las entidades no muestran voluntad ni ayudan, mención aparte las Cajas de Ahorro, que cuentan con una “obra social” que es el objetivo prioritario y razón de ser de estas entidades. Son capaces de destinar ingente cantidad de dinero (muchos millones de euros cada año “dividendo social” lo llaman ellos) en arreglar un órgano de iglesia, en financiar marionetas o monerías y mil cosas dispares no de necesidad imperiosa. No se si es mas social un órgano de catedral o el hogar de un matrimonio con cuatro hijos que se queda sin techo y sin saber donde ir. Verdaderamente hemos distorsionado la finalidad humana de estas Entidades creadas por sus fundadores para una misión y unas aptitudes muy lejos de su actual trayectoria deshumanizadora. Ni el propio gobierno que ayuda a estas mismas Entidades hace nada por esta pobre gente. Financia ayudas a fondo perdido para la compra de un automóvil, pero no ayuda en nada para la perdida de una casa, hogar de una familia. Será por que lo del automóvil, solo se ve como ayuda a las multinacionales, no al comprador.

Dación en pago de deudas. Se trata de dar la casa en pago. Difícil es hoy que el banco acceda a ello (es verdad que no queda mucha maniobra pero es difícil la misión). Si se aceptara, la persona queda sin estar marcada en los ficheros de morosidad y podría rehacer su vida económica a futuro, pero luego le vendrá Hacienda y el Ayuntamiento a reclamarle la “Plus Valía” y el Incremento de los terrenos de Naturaleza Urbana, Liquidaciones que tendrá que pagar como si de una “ganancia” obtenida se tratara. ¿Que ganancia? Pierde la casa y el Estado considera que ¡¡¡ha ganado con ello!!! Que paradoja esperpéntica. El valor de adjudicación o trasmisión (es el Importe de los créditos cancelados) menos el Importe declarado en su día por la compra del inmueble (lo normal es que por consejos del “asesor inmobiliario”, que quería ajustar al máximo los pagos, para preservar su comisión, se declarara la compra de la vivienda por un valor mínimo). Si el préstamo era mucho mas amplio que el valor declarado y por tanto si por ejemplo la casa se declaro por una compra de valor 60.000 euros y la suma de créditos a cancelar es 100.000 €, el titular tendría una “ganancia” de 40.000€ por la que deberá tributar para no encontrarse con demandas de las Propias administraciones. (me muero o me muero).

Ejecución hipotecaria. Dicho lo anterior, las entidades prefieren hoy proceder judicialmente contra la persona, solicitando la ejecución del bien hipotecado (persona sin ninguna posibilidad, que han sido “embaucadas” por ellos mismos y por su sistema) para marcarla de por vida en los ficheros de morosidad. De esta manera no podrán ni tener una tarjeta de supermercado, para que siempre por la diferencia, entre el importe de la adjudicación judicial y el crédito reclamado puedan en el futuro buscar nominas u otro bienes donde echar mano. Ello conlleva el desahucio de las familias por la fuerza de la justicia de lo que era su domicilio familiar, con el drama que ello supone. Pero no acaba aquí la larga agonía, su última expresión es el convenio firmado entre España y otras naciones para que la acción de reclamación pueda traspasar fronteras y continuar persiguiendo a las victimas engañadas no ayudadas en sus respectivos países.

Hasta aquí la larga agonía de una experiencia que marcara muchas vidas de inmigrantes y nacionales. Agonía iniciada con el desconocimiento y la ignorancia, seguida de mentiras, manipulación y enriquecimiento de de los agentes involucrados, subida asfixiantes de tipos de interés, perdida de trabajo, ejecución, desahucio, seguimiento y persecución económico-judicial para toda su vida. Marcados como morosos y por fin obligados a abandonar el país.
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